Cambiar de trabajo no es una decisión fácil, salir de la famosa zona de confort e imaginarse las posibles implicaciones que tendrá eso en tu vida, es uno de los principales retos, y miedos, que hay que enfrentar por lo que en muchas ocasiones, es necesario pensar, y repensar sus posibles consecuencias. Sin embargo, esto debe tomarse como un proceso normal ya que puede ocurrir a cualquier edad o en cualquier etapa de nuestras vidas.
A continuación, te recomendamos algunos pasos para que realices una
transición ordenada, efectiva y que hagas de este proceso, un cambio
planeado.
1.- Visualízate
Fija un punto en donde determines cómo te gustaría verte en cierto tiempo. Por ejemplo; Imagina, por un momento, el tipo de cosas que te gustaría realizar, el tipo de empresa, en qué tipo de lugar, etc. Será determinante que en la manera de lo posible que veas en el futuro, tu estado ideal, entre más apegado esté a tus requerimientos será mucho mejor.
2.- Analiza tu situación actual
Determinar, de manera objetiva, cuál es tu situación actual, cuáles son tus puntos fuertes, cuáles debilidades tienes que fortaleces. Por ejemplo, si te visualizas en una posición diferente donde vas a requerir el manejo de un nuevo idioma, esta competencia sería una necesidad que habría que reforzar.
3.- Traza tus objetivos
Crea una línea de tiempo y coloca un marcador especial para el logro de tus objetivos. Por ejemplo; diseña períodos cortos de tiempo para que generes motivadores de avance e incluso pueden ser tiempos de 3 meses, 6 meses, uno o dos años. Lo más importante es “no detenerse”.
En corto plazo podrás observar cómo avanza tu proceso de cambio planeado, éste plan puedes utilizarlo para poner en marcha, casi cualquier cambio que quieras hacer tanto personal como organizacional. Este último contemplando algunos factores adicionales durante el proceso pero en esencia, ésta es la fórmula.
Publicado el lunes 25 mayo 2020