El maltrato de los
ancianos se puede definir como «un acto único o repetido que causa daño o
sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para
evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza». Puede adoptar
diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el
abuso de confianza en cuestiones económicas. También puede ser el resultado de
la negligencia, sea esta intencional o no
En muchas partes
del mundo el maltrato de los ancianos pasa casi inadvertido. Hasta hace poco,
este grave problema social se ocultaba a la vista del público y se consideraba
como un asunto esencialmente privado. Incluso hoy en día, el maltrato de los
ancianos sigue siendo un tema tabú, por lo común subestimado y desatendido por
sociedades de todo el mundo. Sin embargo, cada día hay más indicios de que el
maltrato de los ancianos es un importante problema de salud pública y de la
sociedad.
El problema existe
tanto en países en desarrollo y como desarrollados, aunque la magnitud del
maltrato de los ancianos se desconoce, su importancia social y moral salta a la
vista. Sin embargo, desde el punto de vista sanitario y social si los sectores
de atención primaria de salud y servicios sociales no están bien dotados para
detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando
semioculto.
Desde una
perspectiva gerontológica, ciencia que trata la vejez y todos aquellos fenómenos que son
característicos en dicho periodo, se han definido
diferentes tipos de maltrato contra las personas mayores:
·
Maltrato físico. Acto no
accidental que provoca daño corporal o deterioro físico.
·
Maltrato psicológico. Actos
verbales o no verbales que generen angustia, desvalorización o sufrimiento.
·
Abuso sexual.
Cualquier contacto sexual no consentido.
·
Abandono. Descuido u omisión en la realización de
determinadas atenciones o desamparo de una persona que depende de otra por la
cual se tiene alguna obligación legal o moral. Es una de las formas más extremas
del maltrato y puede ser intencionada o no.
·
Explotación financiera. Uso ilegal
de los fondos, la propiedad o los recursos de la persona adulta mayor.
·
Maltrato estructural. Se manifiesta en la falta de políticas sociales y
de salud adecuadas, la inexistencia, el mal ejercicio y el incumplimiento de
las leyes; la presencia de normas
sociales, comunitarias y culturales que desvalorizan la imagen de la persona
mayor y que resultan en su perjuicio y se expresan socialmente como
discriminación, marginalidad y exclusión social.
La violencia puede
ser ejercida por familiares, vecinos o desconocidos, con o sin intención de
hacerlo y puede darse dentro de la familia, en la comunidad o por parte de las
instituciones. A veces ni siquiera la notamos por desconocimiento, porque
llegamos a acostumbrarnos a ella o por falta de sensibilidad.
¿Cómo podemos identificar el maltrato en las
personas mayores?
Las personas
mayores que han sido maltratadas pueden presentar confusión, insomnio,
agitación, agresividad, pérdida de peso, moretones, cicatrices o quemaduras,
higiene deficiente, desarrollo de úlceras, entre otros.
Es vital la salud
física y mental de la persona cuidadora, cuando una persona se desprende de sus
actividades laborales, culturales o sociales para dedicarse por completo al
cuidado de alguien más, tarde o temprano llegará al agotamiento y al maltrato,
por eso, es importante que quien le cuida se encuentre en óptimas condiciones,
reciba ayuda para evitar que se produzca maltrato.
Las personas
mayores dependientes para realizar sus actividades cotidianas como comer,
bañarse o vestirse con alta frecuencia son víctimas de abuso y quienes muestran
rasgos de fragilidad, marcha lenta, agotamiento, pérdida de peso y disminución
de la fuerza muscular son aún más vulnerables.
Por lo anterior es
importante establecer acciones interinstitucionales y multidisciplinarias
orientadas a la prevención y atención de la violencia cometida en contra de las
personas mayores en todas sus manifestaciones y ámbitos, así como brindarles
todas las herramientas que les permitan fortalecerse como sujetos de derecho y
mejorar su calidad de vida.
El INAPAM ofrece
Asesoría Jurídica a personas adultas mayores que hayan sufrido violencia,
abuso, maltrato o que soliciten ayuda en cualquier asunto legal. Si requieres
de este servicio envía un correo electrónico a la dirección asesoriajuridicainapam@inapam.gob.mx
exponiendo tu caso.
Fuente: Organización Mundial de la Salud
Publicado el viernes 24 julio 2020